Pasa
otra administración en la capital sin resultados tangibles acerca de promesas
de campaña de mejorar la movilidad, la seguridad, la educación cívica, etc, y
los capitalinos seguimos aún con la esperanza de ver una ciudad transitable,
dinámica y ajustada a las demandas del siglo XXI.
Después
de 73 años de hablar de metro en la capital del país, la incertidumbre acerca
del financiamiento y sobre quien(es) recae esta responsabilidad está a la orden
del día. Nos preguntamos si el Gobierno Nacional está dilatando su apoyo, ya
que la ley de metros exige una co-financiación de la Nación a esta obra hasta
del 70% como lo tuvo el metro de Medellín; o acaso se trata de una evasiva de
la Administración Distrital que debería aportar el 30% restante, la conclusión
es que si bien hoy el Distrito afirma que hay 5.5 billones de pesos disponibles
para esta iniciativa, el Gobierno Nacional aun titubea en dar un sí definitivo
para el inicio de la mega obra y que afirman puede llegar a costar 20 billones
de pesos. En suma, ya sea a nivel distrital o nacional, vemos que es sólo
cuestión de voluntad política y la decisión final está supeditada a la variable
de estar en un año electoral que reconfigurará la estructura de poder local en
el territorio nacional.
Ahora
bien, para tener una perspectiva más amplia vemos algunos ejemplos, en donde
Buenos Aires inauguró su primera línea en 1913 y en Caracas comenzó a operar en 1983. En los 90's tres sistemas se inauguraron:
Medellín (1995), Monterrey (México), Fortaleza (Brasil), y mientras tanto en
Bogotá se continua pensando en hacer o no el metro, cuando 28 ciudades de
América Latina construyeron los suyos.
Por otro
lado, tras el debate "A 0Km movilidad en Bogotá" citado en la Cámara
de Representantes, vimos que uno de los temas más debatidos fue la deficiente
implementación del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) en Bogotá. A
esta problemática se adiciona las medidas arbitrarias impuestas por el Distrito
como el segundo día sin carro y sin moto en el año sin una política
complementaria pedagógica y en civismo que ve reflejado efectos
contraproducentes en la ciudadania.
El
panorama es sombrío y no vemos soluciones fácticas que nos permitan ver cambios
sustanciales y mejoras en la movilidad, la seguridad y la educación ciudadana
en la capital. Cada hora se matriculan 11 carros y 6 motos y los recorridos en
la ciudad pueden durar hasta dos horas. Otro factor que exacerba este caos, es
la polémica que se ha desatado con el pliego de cargos que la Superintendencia
de Industria y Comercio (SIC) elevó a la empresa Angelcom, por
"obstrucción y dilatación del proceso de integración de tarjetas del
Sistema Integrado de Transporte Público y lo cual, le traería una multa de más
de 64.435 millones de pesos al comprobar su culpabilidad".
En fin,
hago un llamado a demostrar que la PAZ también empieza con el reto de apostarle
a la construcción de la Bogota del futuro, libre de corrupción y malos
manejos fiscales, fuera de toda lucha ideológica y de clases, pasemos la página
de la sombra del carrusel de la contratación, la falta de planeación y el
populismo barato. Blindemos nuestra ciudad de los errores que no pueden volver
a repetirse. Aprendamos de las buenas lecciones que nos brindan ciudades que se
encuentran a la vanguardia en movilidad como Hong Kong o Vancouver. Evitemos la
improvisación, trabajemos por la calidad de vida y la dignidad de los
capitalinos, y sobre todo la invitación es, como personas responsables y
libres, a votar bien el próximo 25 de Octubre, porque en la siguiente
Administración y Cabildo distrital recaerá el peso del bienestar de nuestra
amada ciudad.
@TaniaLopezLizca
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