miércoles, 16 de mayo de 2018

Diagnóstico presidencial

 
Colombia se está jugando el partido de su vida. El panorama del país no es muy alentador, la sociedad pide un cambio pero a la vez en medio de una polarización tan grande podemos ver que para las elecciones del próximo 27 de mayo existen candidatos para todos los gustos. Es importante resaltar que las únicas candidatas mujeres que quedaban en la contienda electoral se retiraron alegando falta de garantías y no estar en igualdad de condiciones con los demás candidatos. Me refiero a Piedad Córdoba y Viviane Morales, aunque ellas enarbolaban banderas políticas totalmente diferentes. Viviane representaba un sector importante de la sociedad, conocido como en las pasadas elecciones a Congreso como el “voto cristiano”, ya que su campaña había logrado unificar diferentes sectores protestantes, entre ellos, pastores, empresarios, movimientos políticos como Colombia Justa Libres y el Partido Somos, incluso católicos. Ahora, tras conocer su renuncia a la candidatura presidencial, Viviane se suma a la campaña del candidato Iván Duque y Marta Lucía Ramírez, los cuales representan la coalición de derecha que buscaría ganar en una primera vuelta. Sin embargo, teniendo en cuenta los altos grados de abstención que han caracterizado las elecciones en Colombia, este escenario se ve difícil de alcanzar. A la vez, como candidatos fuertes encontramos al ex vicepresidente del Gobierno de Santos, Germán Vargas Lleras, quien no figura en las encuestas pero tiene una gran maquinaria movilizándose por él; empresarios, gobernadores, alcaldes y congresistas que representan en cierto sentido la política tradicional y no ofrecen una propuesta renovadora, a excepción de su fórmula presidencial, Juan Carlos Pinzón, que tiene un buen margen de aceptación y favorabilidad por su gestión como Ministro de Defensa y Embajador en Washington.
 
Ahora bien, en la otra cara de la moneda, encontramos unos candidatos abanderados de propuestas de izquierda, bajo el eufemismo de “progresistas” que están ofreciendo a los ciudadanos el cielo y la tierra, pero que en muchas de sus propuestas solo se vislumbra una sombra de populismo y demagogía. El candidato que tiene más posibilidades de pasar a segunda vuelta es Gustavo Petro, ex Alcalde de Bogotá, quién representa el sector más radical de la izquierda y el cual tiene visto bueno en los sondeos de opinión, aunque ello no significa que esto le alcance para ser el próximo presidente de Colombia; su marcado discurso de odio y fomento a la lucha de clases lo convierten en un peligro latente para el futuro, progreso y bienestar de la sociedad colombiana. El otro candidato con buenas opciones es Sergio Fajardo, académico, profesor, ex Alcalde de Medellín y ex Gobernador de Antioquia. Farjado representa el impulso de una revolución educativa y en parte la ola verde que caracteriza el actual Senador electo Antanas Mockus. Fajardo tiene una buena imagen, aunque sus jugadas políticas no han sido las mejores. Primero, al escoger como fórmula presidencial a Claudía López, una figura polémica que es más lo que le resta que lo que le suma. Y segundo, no ha podido despegar con su Movimiento Compromiso Ciudadano, que recibe apoyo de sectores del Polo Democrático y del Partido Verde. Por último, y objetivamente menos relevante en el panorama electoral, de cara a la primera vuelta se encuentra el ex jefe negociador del Acuerdo de Paz con las Farc en La Habana, Humberto de la Calle. De la Calle demostró su caudal electoral en la Consulta Liberal del pasado 17 de noviembre de 2017, que fue un desastre. Es poco probable que pase a segunda vuelta y seguramente tendrá la menor votación, sin contar al Pastor Jorge Antonio Trujillo, que no es una figura política visible en el país y no hay muchas expectativas en torno a esta candidatura casi anónima.
 
Este es un balance para decir que vivimos una coyuntura muy interesante en la cual se está jugando el futuro de Colombia. Tras ocho años del Gobierno de Uribe, y ocho del Gobierno de Santos, el país quiere, necesita y reclama un verdadero cambio. Pero no es un cambio irracional o poco reflexivo que nos lleve a un socialismo improvisado. Colombia necesita instituciones fuertes, respeto a los Derechos Humanos y mayores oportunidades para todos. Grandes necesidades de la sociedad demandan un gran compromiso y una mayor preparación. Sin entrar a vaticinar, hoy vería viable una segunda vuelta entre Duque y Vargas Lleras. Ahora bien, quedan 12 días para la primera vuelta. Es bastante tiempo para leer, pensar, orar y decidir.
 
Publicado el 15 de mayo de 2018 en el portal web: https://apolopost.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario